¿Quién dijo miedo a la felicidad? Ya no, todo eso ya forma parte del pasado, de los recuerdos que algún día conseguiremos olvidar, pero ahora... ya todo es distinto, con un poquito de cariño, de ese que necesitas a menudo, se consigue la felicidad de la mejor manera que te puedas imaginar.
Sí, estoy feliz, por fin lo conseguí, me costó pero ahora... todo son sonrisas, días alegres, felicitaciones por parte de aquellos que me quieren, sonrisas en sus caras por verme feliz, apoyo incondicional de la gente que sabe cómo lo he pasado... Estos pequeños detalles hacen que cada día los quiera más y más.
¿Porqué hoy? os preguntareis, pues porque llevo demasiado tiempo a vuestro lado y creo que todavía no os he dicho lo mucho que me hacéis falta, lo mucho que os hecho de menos cuando estoy solamente unas horas sin veros, lo mucho que os quiero...
Detalle tras detalle me demuestra cada día las buenas personas que forman mi vida, poquito a poquito habéis sabido meteros en mi corazón para ir siempre conmigo, cada día siento que os necesito más, cada mirada, cada gesto, cada sonrisa, cada conversación que compartimos os hacen únicos.
Siempre quise tener a un amigo parecido a mi lado, pero no, no sé quién se cruzó en mi vida y puso a todos vosotros en ella, no lo sé, lo único que sé es que jamás dejaré de luchar por vosotros... NUNCA!
Nunca dejéis de ser como sois, OS QUIERO!!
martes, 15 de diciembre de 2009
lunes, 7 de diciembre de 2009
Adiós...
Lo volvió a ver recorriendo aquel largo parque...
Estaba aterrada, llena de miedo y de indecisión... Llevaba tanto tiempo sin verle... No sabía muy bien si ir a saludarle o si quedarse allí sentada esperando que pasara el tiempo y que con un poco de suerte él se diera cuenta de que ella estaba allí y fuera a verla.
Sentía la necesidad de ir a verle, a charlar con él, necesitaba saber que estaba bien pero no podía presentarse enfrente de él sin ninguna excusa buena.
Tenía que planearlo todo pero no tenía demasiado tiempo, no había vuelto a saber nada de él en mucho tiempo y la gente solía decir que era porque él ya no vivía allí, ella no sabía si eso era cierto pero no podía arriesgar todo a una sola carta y perderle de nuevo. Tenía que hacerlo todo demasiado rápido.
Seis días más tarde ella ya lo tenía todo preparado, le había llamado y había quedado con él.
Él le había prometido que iría que no pasaría lo mismo que la última vez, que esta vez iría a verla, decía que tenía demasiadas cosas que hablar con ella...
Ella satisfecha de lo que acababa de hacer se puso su mejor traje, y fue al sitio previsto para la cita. Estaba tan impaciente que había llegado media hora antes y tanta espera a ella no le gustaba...
Cuando llegó la hora prevista se levantó del banco en el que estaba sentada para que cuando él llegara la viera con facilidad.
Espero 15 minutos pero él no aparecía, le había vuelto a fallar...Ella miró un par de veces hacia todos los lados y al ver que no aparecía se volvió a casa mientras que por sus mejillas recorrían lágrimas de rabia.
Dos meses después ella recibió una llamada a su móvil, era él, pero ella no sabía si cogérselo o no. Después de unos minutos de incertidumbre decidió cogerlo para saber porqué no acudió a su última cita.
Él le puso mil excusas pero ella ya le comocía demasiado como para creerle y esta vez no lo hizo.
Con todo el dolor de su corazón se despidió de él con un ADIÓS, uno de esos que dejan huella para siempre y uno de esos que significan que nunca más lo volvería a ver...
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