martes, 14 de febrero de 2017

El poco a poco...

En estos días en los que todo es gris, en los que la lucha se convierte en una caída tras otra, en los que los muros nunca se derriban y en los que el estado de consumición y cansancio toman cabida en mi cuerpo... en estos momentos en los que tirar la toalla se convierte en mi mejor aliado y en los que pensar que yo puedo solamente se quedan en pensamientos en los que un día fueron mi mejor arma. Es triste pensar que se puede pero al mismo tiempo pensar que todas tus fuerzas se están acabando, que ya no puedes más... "Un último empujón" dicen algunos... el último empujón que llevo dando dos años y que apenas noto... "una vez más" me digo día a día, pero todas mis esperanzas se truncan cuando día a día veo que las caídas son más constantes y me duelen más y el levantarme de cada una de ellas me cuesta cada vez más que la anterior...
Estoy cansada, cansada de luchar a contracorriente, de levantarme una vez más y de seguir adelante a pesar de que el camino es difícil, de volver a tropezarme y caer... Estoy cansada de no ver resultados y de estar cansada...
En estos momentos me planteo: ¿He de seguir? ¿Tiro la toalla y dejo atrás todo lo que he conseguido hasta ahora? ¿Sigo a pesar de todo lo que me puede costar? ¿Merece la pena esta lucha? Unos días decido que seguir es lo mejor, que tirar todo lo hecho hasta ahora es un error, pero otros... el camino se hace largo, empedrado, cuesta arriba...
A pesar de todo, ¿Qué sería la vida sin sus idas y venidas?
Todo lo que cuesta, merece la pena dicen, tendré que quedarme para ver si realmente merece la pena ¿no?.
L.

sábado, 20 de junio de 2015

Un punto y aparte en el camino.

Dicen que de vez en cuando es bueno pararse, mirar atrás y ver todo el camino que llevas recorrido para después volver a mirar al frente y ver qué te depara la senda.
Dos años me han bastado para ni tan siquiera tener que mirar atrás. Dos años de carrera, de exámenes y trabajos, de risas, confidencias cafés y tardes de risa sosteniendo un móvil. Dos son los años que me han regalado porque dicen que ``me lo merezco´´. No sé si me lo mereceré o no, pero es cierto que cuando alguien te regala lo más preciado que tiene es porque eres especial para esa persona. Gracias por tanto a cambio de tan poco. 
Son tiempos difíciles, aún no sabemos qué nos deparará el mañana, ni siquiera sabemos si dentro de tres meses estaremos pisando esos pasillos juntas, pero lo que sí tengo claro es que estemos donde estemos vosotras estaréis presentes.
Con ellas no hace falta mirar atrás, solo es necesario mirar al frente. Ellas son así, especiales e increíbles, tanto que de una lágrima ellas sacan una sonrisa.
Es difícil explicar el por qué quiero a cada una, pero se que es un todo que se une para formar la amistad que hemos labrado, sembrado y recogido.
Sé que de Extremadura a Salamanca no hay distancias si ellas están de por medio. 
Recordad que pase lo que pase sereis mis pedagogas preferidas! 
Os quiero!

viernes, 6 de marzo de 2015

Y cuando creces te das cuenta de que ELLOS son lo mejor que la vida te podía regalar.

Cuando llevas ya algún tiempo fuera, comienzas a apreciar lo que antes casi ni te dabas cuenta de que tenías a tu lado.
Gracias papás por dejaros la piel para que yo pudiera cumplir uno de los sueños que tenía y anhelaba desde pequeña. Ha costado mucho esfuerzo por ambas partes, pero al final allí en casa lo tenéis. Sé que os sentís orgullosos, pero creédme cuando os digo que el orgullo que tengo de ser vuestra hija no se puede comparar con ningún otro.
Gracias mamá por estar ahí siempre aunque te costara discutir conmigo, por no dejarme hacer lo que me daba la gana y por pararme los pies cuando era necesario; gracias por echar siempre en tu plato una cucharada menos para que yo ``creciera mucho´´ con esa cucharada de más que nunca me comía, hoy, sabes que me la como por ti. Gracias por esas llamadas a escondidas de papá como si fuera algo prohibido, me encanta la complicidad que con el paso del tiempo hemos ido adquiriendo. Gracias por las noches en vela que aún sigues teniendo, por esas discusiones a media mañana que terminan en risas y por esas bromas que hacemos cuando voy a veros, en el fondo, y aunque lo neguemos, nos echamos mucho de menos. Gracias por confiar en mí cuando nadie más lo hacía y por sufrir conmigo en mis peores momentos, se que el genio que tengo por dentro corre de tu cargo. Gracias por dármelo todo sin importarte el resto del mundo, gracias por todo mamá, TE QUIERO.
Papá, a ti te debo esta mente telepática que tengo, con la cual no nos hace falta ni estar en el mismo sitio para saber qué es lo que pensamos. Gracias por conocerme tanto como lo haces y gracias por echarme esas broncas que mamá no se atrevía porque ``voy a llamar a papá´´ siempre funcionaba mejor. Gracias por confiar en mí,aunque muchas veces a ciegas. Gracias por llevarme a los mejores sitios, por inculcarme tantas y tantas cosas y por darme todo lo que esta en tu mano. Se que hoy nos echamos de menos, mucho más de lo que nos decimos, pero los dos lo sabemos. 
Gracias papás por darme todo lo que estaba en vuestra mano y más, por inculcarme vuestros valores, gracias a ellos hoy soy lo que soy. Por dejarme volar, aunque no muy alto, en el fondo os entiendo. Gracias por tantas y tantas cosas, y perdonádme por otras tantas que hice mal. 
Aunque no os lo diga muy a menudo... ¡OS QUIERO!

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad, qué bonito nombre tienes.

Navidad, esa fecha en la que la gente se vuelve buena, los niños vuelven a tener ese brillo en los ojos, los enamorados buscan alterados ese regalo [o regalos] que enamore más a sus parejas, los padres con niños se vuelven locos porque cualquier juguete que sus hijos han escrito en esa ``Carta a los reyes magos´´ es más caro que pagar una letra de su coche, los mayores, vuelven a ser felices como hacía mucho que no se sentían, las calles se llenan de gente dispuesta a comprar lo mejor para sus familiares y amigos. Canciones de tiempos lejanos, guirnaldas, velas, luces, árboles, muñecos, nieve, gorros, bufandas, guantes, regalos... de repente llenan las ciudades y pueblos. De repente todo es mejor, aunque sea por apenas 15 días, la gente se vuelve mejor.
Algunos, digamos que poco ilusionados con estas fechas, dicen que esto es cosa de comerciantes, que solo piensan en ganar dinero; puede ser, pero ¿quién no se alegra de ver feliz a su gente?.
Otros, como yo, pensamos que esto de la Navidad es algo tan genial que no podría dejar de existir nunca. La ilusión corre por nuestras venas, las luces de las calles nos abruman y nos hacen sentir esa magia que dicen que tienen estas fechas. Los escaparates llenos de regalos, las calles llenas de luces y buzones reales y no tan reales, lotería de navidad por todas partes, la ilusión de los más pequeños que se puede notar en cualquier rincón... Es algo tan maravilloso que no sabría muy bien cómo seguir describiéndolo. 
Navidad, qué bonito nombre tienes.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Él y sus cosas

Hoy no escribo por mí, sino por él. Por la persona que lleva ahí tantos y tantos ratos, aguantándome y mimándome en cada rincón.
Hoy va por él, porque me entiende mejor que nadie.
Hace apenas tres días fue tu cumple, no pude hacerte un regalo más, me faltaba tiempo ( ya sabes lo que pasó). Hoy, no pretendo que sea tu regalo atrasado, quiero darte las gracias por todo lo que algún día hiciste, por lo que haces cada día y, por lo que se, algún día harás. 
Eres lo más grande que nadie puede tener al lado.
Tú y tus mimos
Tú y tus abrazos
Tú y tus tonterías para hacer reír a la gente
Tú y tus `` luego lo hago´´
Tú y tus caras irremediablemente adorables, no tanto como tú
Tú y tus mil besos cada mañana, tarde y noche
Tú y tus sonrisas
Tú y tu manera de mirarme
Tú y tus rarezas, que no son más que mis imperfecciones
Tú y tus maneras de jugar, de querer, de reír, de besar, de mirar, de sonreír... 
Tú y esa forma tan especial de quererme.
Sé que si sigo me estaría horas y horas aquí tecleando todas tus perfecciones, esas que tú muy a menudo llamas imperfecciones.
Gracias por dejarme, un año más, formar parte de esto, formar parte de ti.
Tómate esto como aquello que un día te quise decir y no te dije, como aquello que día a día no te se recompensar, como aquello, que poco a poco dejo de decir pero no porque no sea importante, sino porque doy como sabido, como aquello que no digo pero que no dejo de sentir, como aquello que me haces vivir, como aquello, lo cual bauticé como lo más bonito de mi vida.
Sé que lo leerás mañana, pero por si acaso, esta noche sueña conmigo, contigo, con los dos. Deja que eso que sientes fluya con lo mío y haz que tus sueños y tu mente se una con la mía. 
Una vez más, TE QUIERO.



martes, 4 de marzo de 2014

Esa soledad que no te deja sonreír...

Sentir que cada parte de ti es suya, sentir que todo él es lo único que necesitas para caminar en esto que vivimos y a lo que llamamos vida.
Sentir que su ausencia te entristece, que no te hace bien. Sentir que le necesitas para respirar, para sonreír.
Cerrar los ojos y pensar en cada momento junto a él, ninguno malo, todos geniales. Abrir los ojos enturbiados, llenos de lágrimas. Sentir que tus pupilas cada vez se hacen más pequeñas y el iris de tus ojos cada vez se convierte en un azul más cristalino. Volver a cerrar los ojos y sentir la primera lágrima correr por tu mejilla, abrir los ojos para abrazarle... y darte cuenta de que aún es pronto para el día tan esperado. Rendirte una vez más al tiempo y esperar con ansia el día que él volverá, ``son apenas 2 días´´ te repites una y otra vez, pero se te antoja demasiado y no eres capaz de calmar tu llanto.
Respiras, coges fuerza, pero... sientes que no es suficiente. 
Te tumbas en la cama para coger fuerzas pero sientes un gran vacío en una cama tan pequeña como lo es una de 90cm... Él no está para acariciarte, besarte en la frente, apartarte el pelo, abrazarte, sonreírte, mimarte... Te das media vuelta, respiras hondo y duermes abatida por las lágrimas y el cansancio que ellas provocan. No es fácil y lo sabes, pero solo debes esperar un poquito más. 
Mientras duermes piensas que lo mejor que te ha pasado en la vida está a 72km de ti, pero lo más importante es que te quiere como jamás te ha querido nadie y eso, eso, nadie puede quitártelo, quitárselo, quitároslo.

domingo, 19 de enero de 2014

Un día más

Eran las tantas de la madrugada y ella no podía dormir, necesitaba dejar de sentirse frágil, abrazarle y dormir acurrucada a él.
Su cama estaba fría, como ese mes de enero que no pasa desapercibido por las nevadas, el frío y las heladas matutinas.
Por fin sus ojos se rinden a la noche, al sueño, al cansancio, al calor que sólo las sábanas le dan y se duerme. Sueña con ella, con él, con su ``nosotros´´ y con su eterna sonrisa, pero al cabo de no mucho tiempo se despierta sobresaltada, esta vez no está él para tranquilizarla. Coge su pequeño peluche y lo abraza, no le sirve de mucho pero siente que no está sola en aquella pequeña pero a la vez gran cama.
Se tranquiliza y se vuelve a rendir ante la noche.
La próxima vez que se despierta ya es de día, pero él sigue sin estar a su lado abrazándola como los dos quieren. Se levanta y le dice a su peluche ``Buenos días cariño´´ como si él estuviera allí, al fin y al cabo es el que la ha protegido toda la noche y se lo merece.
Se incorpora y aún con cara de sueño coge el móvil para derramar la primera sonrisa por él gracias a su mensaje de buenos días.
Poco a poco las horas de su reloj avanzan y vuelve a llegar la noche, la parte más dura de otro día sin él.
Aún a pesar de todo, cada día le quiere más y eso él lo sabe. Ambos se quieren como jamás nadie se ha querido y eso hace que superen cada día con fuerza.
Recuerda: ``Muuuuuuuuuu´´.