Era una tarde de domingo fría y lluviosa. En aquel preciso instante se
encontraba sola en aquella gran casa aislada de la ciudad.
Se levantó y se dirigió a la cocina.
Casi sin darse cuentacogió un pequeño cuenco en el que metió las palomitas recién hechas... Cuando lo llenó lo cogió de nuevo y volvió al gran salón, dejó el cuenco lleno de palomitas encima de una pequeña mesa situada en el salón y se dirigió al DVD. Lo abrió y puso una de esas películas que prometían tener un final feliz...
Metió la película en el DVD y volvió al sofá, situado justo detrás de la pequeña mesa. Se sentó y se puso el cuenco de palomitas entre sus piernas.
El comienzo de la película fue como ella lo esperaba...
Comenzó a comer palomitas y se dejó caer en el sofá.
Cuando la película iba por la mitad dejó de comer palomitas para tener absolutamente todos los sentidos en la película...
De repente apareció una escena que la dejó atónita... No podía creer lo que estaba viendo...
Se incorporó un poco pero siguió sentada en el sofá... De pronto lo recordó todo... No podía creerse que el sueño que había tenido la noche anterior estuviera también ahora en la película que estaba viendo...
Mientras pensaba todo esto no podía quitar la mirada de la pantalla de su televisor dejando caer por sus mejillas pequeñas lágrimas. Lágrimas que reflejaban en ella una pequeña parte de amor y ternura...
Mientras sucedía todo esto tampoco podía dejar de recordar su sueño... en él aparecía una niña jugueteando con las flores del campo, parecía feliz...
A medida que pasaba el tiempo la pequeña del sueño comenzaba a crecer recordando su más tierna infancia...
Cuando despertó del sueño supo que era ella, pero... ver aquello reflejado en la película...
Acabó de ver la película entre lágrimas. Una vez terminada subió a su habitación y buscó su diario, aquel en el que la pequeña lo escribía todo. Lo encontró y se puso a leerlo.
Volvió a recordar su dura infancia. Volvió a recordar que cuando ella apenas tenía 3 añitos un accidente de tráfico la dejó sin la persona a la que más quería, su madre, pero pasado un corto periodo de tiempo el caprichoso destino quiso que su padre enfermara gravemente. Él no murió pero tuvo que quedar ingresado por la grave enfermedad que padecía...
Ella fue adoptada por una gran familia pero al cumplir la mayoría de edad decidió marcharse a la casa en la que vivió con sus padres.
Hace un año que la chica vive sola pero no tiene miedo a nada ni a nadie. Es una chica fuerte pero que alberga un montón de deseos y emociones que le encantaría sacar a la luz...
Cerró su diario empapado de lágrimas y se metió en la cama... Necesitaba descansar...
jueves, 25 de febrero de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
¿Con ayuda?
Todo había transcurrido en aquella pequeña montaña, en medio de la nada. Parecía sacada de un cuento fantástico...
Ella aparecía a lo lejos caminando sola, triste, agotada del duro camino...
Tras sus pasos solo se podía apreciar el afán de superación que cada día tenía, las fuerzas que poco a poco iba recuperando y la ilusión por llegar hasta su meta.
Pronto empezaban a aparecer buenas gentes venidas de cualquier punto de aquella geografía, desconocida hasta el momento.
Ella seguía caminando por el pequeño sendero ignorando cualquier tipo de ayuda...
Se había empeñado en conseguirlo sola...
Sin saber ni cómo ni por qué a ambos lados de ella comenzaron a caminar animalillos que vivían en aquella pequeña montaña.
Nunca decían nada, pero todos sabían que ella los iba a necesitar...
Caminaban junto a ella protegiéndola de cualquier peligro...
Nunca encontró ningún peligro, pero los animalillos nunca la abandonaron.
Cada vez veía la meta más cerca pero... a lo lejos veía otra montaña, parecía alta y muy difícil de superar.Aún a pesar de esto siguió caminando.
Cuando llegó a los pies de la montaña se paró y miró hacia arriba. Era grande. Muy grande.
Sin pensárselo dos veces comenzó a subir la gran montaña. Creía que iba sola, pues los animalillos siempre estaban en un segundo plano.
A medida que subía la montaña, sus fuerzas comenzaban a flaquear y no sabía cómo seguir. Miró hacia atrás y allí los vio. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que no iba sola.
Con una simple mirada los animalillos entendieron que necesitaba ayuda para subir el último tramo.
La chica puede decir que consiguió llegar a la cima de la montaña gracias a los animalillos, a los que no conocía, pero que la ayudaron en todo momento aunque ella no se diera cuenta...
Ella aparecía a lo lejos caminando sola, triste, agotada del duro camino...
Tras sus pasos solo se podía apreciar el afán de superación que cada día tenía, las fuerzas que poco a poco iba recuperando y la ilusión por llegar hasta su meta.
Pronto empezaban a aparecer buenas gentes venidas de cualquier punto de aquella geografía, desconocida hasta el momento.
Ella seguía caminando por el pequeño sendero ignorando cualquier tipo de ayuda...
Se había empeñado en conseguirlo sola...
Sin saber ni cómo ni por qué a ambos lados de ella comenzaron a caminar animalillos que vivían en aquella pequeña montaña.
Nunca decían nada, pero todos sabían que ella los iba a necesitar...
Caminaban junto a ella protegiéndola de cualquier peligro...
Nunca encontró ningún peligro, pero los animalillos nunca la abandonaron.
Cada vez veía la meta más cerca pero... a lo lejos veía otra montaña, parecía alta y muy difícil de superar.Aún a pesar de esto siguió caminando.
Cuando llegó a los pies de la montaña se paró y miró hacia arriba. Era grande. Muy grande.
Sin pensárselo dos veces comenzó a subir la gran montaña. Creía que iba sola, pues los animalillos siempre estaban en un segundo plano.
A medida que subía la montaña, sus fuerzas comenzaban a flaquear y no sabía cómo seguir. Miró hacia atrás y allí los vio. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que no iba sola.
Con una simple mirada los animalillos entendieron que necesitaba ayuda para subir el último tramo.
La chica puede decir que consiguió llegar a la cima de la montaña gracias a los animalillos, a los que no conocía, pero que la ayudaron en todo momento aunque ella no se diera cuenta...
martes, 23 de febrero de 2010
Algo en lo que pensar...
Transcurrían las horas, ya no sabía si deprisa o despacio pero las notaba pasar a su alrededor.
Se sentía extraña, esto era raro, muy raro...
Unas veces se metía en la cama con la intención de soñar algo bonito, pero lo único que recordaba al despertarse era un fondo de color negro que la había acompañado durante toda la noche... Casi nunca recordaba sus sueños...
Otras, en cambio, cuando se metía en su cama comenzaba a dar vueltas sin poder conciliar el sueño... lo pasaba mal, muy mal. Pero ni siquiera ella misma sabía qué hacer...
Durante varias noches pensó que lo mejor sería aguantar hasta muy tarde viendo películas para así dormir durante toda la noche y recordar las películas, cuyos finales siempre eran felices...
Durante un tiempo este método le funcionaba, pero pasado este tiempo... vuelta a la vieja rutina.
Cuando lo comentaba con sus amigas, éstas le decían que si tenía en la cabeza algo importante en lo que pensar... Rápidamente respondía que no, pero... lo cierto era que llevaba algún tiempo dándole vueltas a una idea que no podía sacarse de la cabeza...
No quería llevarla a cabo pero... ¿ y si era lo mejor para todos? Lo pensaba una y otra vez sin tener las ideas claras...
Sabía que no podía marcharse dejando allí su vida, su gente, sus recuerdos..., pero tampoco aguantaba más aquella situación que tanto daño la estaba haciendo...
Nadie sospechaba nada, pero... definitivamente no podía hacerlo. No ahora.
Se plantó frente al espejo de su habitación y se dijo a sí misma en voz alta: ``¡No lo harás!´´
Tres veces fueron suficientes para recapacitar y quedarse.
Desde aquél día sus sueños son distintos...
Suena:Por ti...
Se sentía extraña, esto era raro, muy raro...
Unas veces se metía en la cama con la intención de soñar algo bonito, pero lo único que recordaba al despertarse era un fondo de color negro que la había acompañado durante toda la noche... Casi nunca recordaba sus sueños...
Otras, en cambio, cuando se metía en su cama comenzaba a dar vueltas sin poder conciliar el sueño... lo pasaba mal, muy mal. Pero ni siquiera ella misma sabía qué hacer...
Durante varias noches pensó que lo mejor sería aguantar hasta muy tarde viendo películas para así dormir durante toda la noche y recordar las películas, cuyos finales siempre eran felices...
Durante un tiempo este método le funcionaba, pero pasado este tiempo... vuelta a la vieja rutina.
Cuando lo comentaba con sus amigas, éstas le decían que si tenía en la cabeza algo importante en lo que pensar... Rápidamente respondía que no, pero... lo cierto era que llevaba algún tiempo dándole vueltas a una idea que no podía sacarse de la cabeza...
No quería llevarla a cabo pero... ¿ y si era lo mejor para todos? Lo pensaba una y otra vez sin tener las ideas claras...
Sabía que no podía marcharse dejando allí su vida, su gente, sus recuerdos..., pero tampoco aguantaba más aquella situación que tanto daño la estaba haciendo...
Nadie sospechaba nada, pero... definitivamente no podía hacerlo. No ahora.
Se plantó frente al espejo de su habitación y se dijo a sí misma en voz alta: ``¡No lo harás!´´
Tres veces fueron suficientes para recapacitar y quedarse.
Desde aquél día sus sueños son distintos...
Suena:Por ti...
jueves, 18 de febrero de 2010
Largas noches...
De repente se volvía a encontrar cruzando aquellas vías del tren... no sabía muy bien si las cruzaba acompañada x la persona que siempre la había acompañado a todos los sitios (su hermana), o si ya todo se estaba empezando a poner tan oscuro que ni siquiera ella la acompañaba ese duro día...
No había sido una buena semana, para nada, llevaba días sin dormir, tantas horas mirando el reloj de su habitación le habían hecho pensar en todo, en todos...
Sabía que el cansancio acumulado de todos aquellos días terminaría pasándole factura... y sabía que eso estaba al llegar...
Aún no sabía muy bien cómo reaccionar ante ese día..., pero tantas noches en vela, como he dicho antes, le habían dado mucho en lo que pensar...
Terminaba otra dura noche en la cual tampoco había conseguido dormir...
Tenía ganas de acabar con toda esa pesadilla, tenía ganas de poder contar sus sueños nocturnos al caer la noche y dormir como un niño sin preocupaciones... pero sabía perfectamente que eso le iba a llevar un tiempo, y podía apostar todo lo que tenía a que sería un tiempo muy largo...
Pasaban los meses y seguía sin poder dormir... tenía preocupaciones pero no tantas como para no poder dormir...
A medida que iba pasando el tiempo se encontraba con menos fuerzas, tenía menos ganas de todo, no quería salir a la calle, y sus ojos se encontraban rodeados por unas enormes ojeras, las cuales explicaban el cansancio que venía desde hacía meses...
Necesitaba tanto descansar...
Cuando se metía en la cama, ya solo podía darse la vuelta y clavar la mirada en aquel viejo reloj que le regalaron en un cumpleaños...
De repente un día cualquiera se metió en su cama para seguir observando su viejo reloj, como siempre, pero esta vez fue distinta, tenía la sensación de que sus ojos se le cerraban con fuerza, que no podía hacer nada para evitar cerrarlos, y al final sucumbió a la fuerza de estos...
La sensación que notaba era agradable, rara, distinta...
Se dio cuenta de que por fin había conseguido dormir... por fin había descansado de todos aquellos meses...
No había sido una buena semana, para nada, llevaba días sin dormir, tantas horas mirando el reloj de su habitación le habían hecho pensar en todo, en todos...
Sabía que el cansancio acumulado de todos aquellos días terminaría pasándole factura... y sabía que eso estaba al llegar...
Aún no sabía muy bien cómo reaccionar ante ese día..., pero tantas noches en vela, como he dicho antes, le habían dado mucho en lo que pensar...
Terminaba otra dura noche en la cual tampoco había conseguido dormir...
Tenía ganas de acabar con toda esa pesadilla, tenía ganas de poder contar sus sueños nocturnos al caer la noche y dormir como un niño sin preocupaciones... pero sabía perfectamente que eso le iba a llevar un tiempo, y podía apostar todo lo que tenía a que sería un tiempo muy largo...
Pasaban los meses y seguía sin poder dormir... tenía preocupaciones pero no tantas como para no poder dormir...
A medida que iba pasando el tiempo se encontraba con menos fuerzas, tenía menos ganas de todo, no quería salir a la calle, y sus ojos se encontraban rodeados por unas enormes ojeras, las cuales explicaban el cansancio que venía desde hacía meses...
Necesitaba tanto descansar...
Cuando se metía en la cama, ya solo podía darse la vuelta y clavar la mirada en aquel viejo reloj que le regalaron en un cumpleaños...
De repente un día cualquiera se metió en su cama para seguir observando su viejo reloj, como siempre, pero esta vez fue distinta, tenía la sensación de que sus ojos se le cerraban con fuerza, que no podía hacer nada para evitar cerrarlos, y al final sucumbió a la fuerza de estos...
La sensación que notaba era agradable, rara, distinta...
Se dio cuenta de que por fin había conseguido dormir... por fin había descansado de todos aquellos meses...
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