Transcurrían las horas, ya no sabía si deprisa o despacio pero las notaba pasar a su alrededor.
Se sentía extraña, esto era raro, muy raro...
Unas veces se metía en la cama con la intención de soñar algo bonito, pero lo único que recordaba al despertarse era un fondo de color negro que la había acompañado durante toda la noche... Casi nunca recordaba sus sueños...
Otras, en cambio, cuando se metía en su cama comenzaba a dar vueltas sin poder conciliar el sueño... lo pasaba mal, muy mal. Pero ni siquiera ella misma sabía qué hacer...
Durante varias noches pensó que lo mejor sería aguantar hasta muy tarde viendo películas para así dormir durante toda la noche y recordar las películas, cuyos finales siempre eran felices...
Durante un tiempo este método le funcionaba, pero pasado este tiempo... vuelta a la vieja rutina.
Cuando lo comentaba con sus amigas, éstas le decían que si tenía en la cabeza algo importante en lo que pensar... Rápidamente respondía que no, pero... lo cierto era que llevaba algún tiempo dándole vueltas a una idea que no podía sacarse de la cabeza...
No quería llevarla a cabo pero... ¿ y si era lo mejor para todos? Lo pensaba una y otra vez sin tener las ideas claras...
Sabía que no podía marcharse dejando allí su vida, su gente, sus recuerdos..., pero tampoco aguantaba más aquella situación que tanto daño la estaba haciendo...
Nadie sospechaba nada, pero... definitivamente no podía hacerlo. No ahora.
Se plantó frente al espejo de su habitación y se dijo a sí misma en voz alta: ``¡No lo harás!´´
Tres veces fueron suficientes para recapacitar y quedarse.
Desde aquél día sus sueños son distintos...
Suena:Por ti...
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