miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Con ayuda?

Todo había transcurrido en aquella pequeña montaña, en medio de la nada. Parecía sacada de un cuento fantástico...
Ella aparecía a lo lejos caminando sola, triste, agotada del duro camino...
Tras sus pasos solo se podía apreciar el afán de superación que cada día tenía, las fuerzas que poco a poco iba recuperando y la ilusión por llegar hasta su meta.
Pronto empezaban a aparecer buenas gentes venidas de cualquier punto de aquella geografía, desconocida hasta el momento.
Ella seguía caminando por el pequeño sendero ignorando cualquier tipo de ayuda...
Se había empeñado en conseguirlo sola...

Sin saber ni cómo ni por qué a ambos lados de ella comenzaron a caminar animalillos que vivían en aquella pequeña montaña.
Nunca decían nada, pero todos sabían que ella los iba a necesitar...
Caminaban junto a ella protegiéndola de cualquier peligro...
Nunca encontró ningún peligro, pero los animalillos nunca la abandonaron.

Cada vez veía la meta más cerca pero... a lo lejos veía otra montaña, parecía alta y muy difícil de superar.Aún a pesar de esto siguió caminando.
Cuando llegó a los pies de la montaña se paró y miró hacia arriba. Era grande. Muy grande.
Sin pensárselo dos veces comenzó a subir la gran montaña. Creía que iba sola, pues los animalillos siempre estaban en un segundo plano.
A medida que subía la montaña, sus fuerzas comenzaban a flaquear y no sabía cómo seguir. Miró hacia atrás y allí los vio. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que no iba sola.
Con una simple mirada los animalillos entendieron que necesitaba ayuda para subir el último tramo.
La chica puede decir que consiguió llegar a la cima de la montaña gracias a los animalillos, a los que no conocía, pero que la ayudaron en todo momento aunque ella no se diera cuenta...

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