Cada vez que alguien le hace un regalo a otra persona piensa en lo grande y bonito que puede ser o en la ilusión que le va a hacer, o si le gustará mucho o poco... Debo ser un bicho raro o algo parecido... me da igual si el regalo es pequeño, grande o mediano; me da igual si es muy caro, a costado 0.50 céntimos o si está en un precio normal.
No me gusta juzgar los regalos por lo bonitos y lo caros que son, sino por el sentimiento que va con cada uno de ellos. Creo que la importancia está en las pequeñas cosas del día a día, en los pequeños detalles que surgen a partir del día a día, que surgen de aquello que sentimos realmente.
Me encanta llegar a un sitio y que me digan esto es para ti, y que lo que me den sea un simple dibujo hecho por esa persona o que simplemente mi regalo de cumpleaños sea un abrazo. A lo mejor para vosotros que estáis leyendo esto esos regalos son una mierda, pero para mí, un abrazo de esa persona a la que quiero con locura es el mejor regalo que nadie me pueda dar.
Creo que las buenas fragancias son las que se guardan en frasquitos pequeños...
Para mi un abrazo en el dia de mi cumple... es lo mejor te quiero pequeña bicha...
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