Hace solamente unos años yo seguía siendo esa pequeña niña, con mis locuras y mi felicidad, pero hace ya un año... todo cambió, de repente me vi sola en medio de mucha gente, sin saber qué hacer y muriéndome de angustia, agobio, tristeza, dolor, inseguridad, soledad, apatía... son tantas las cosas que sentía en esos momentos...
De repente un día sucede que tienes que verla, que tienes que volver a sentirla a tu lado y que ni siquiera sabes si puedes, pero da igual, ya todo da igual, muchas veces te pusiste el disfraz de persona alegre así que una vez más te lo vuelves a poner, aguantas el tipo y aunque lo único que te apetece es llorar y gritarle al mundo el por qué se porta así, tú aguantas el chaparrón y callas.
Un día más la vida te vuelve a sorprender y sientes que no pintas nada, que solamente merece la pena vivir en determinados momentos y uno de los anteriores... no quiero volver a vivirlo.
Duele, duele en el alma, te sientes impotente porque sabes que con un simple``hola´´ de su parte serías la persona más feliz del mundo, pero no, ella no escucha los gritos que salen solos por los poros de todo tu cuerpo y piensas: ``antes lo hacía incluso antes de que yo lo supiera´´ y vuelves a recaer de nuevo.
De nuevo te vuelves a encontrar en el mismo círculo vicioso que hace ya algún tiempo, y te vuelves a decir a ti misma que ya no volverás, que lo conseguirás olvidar del todo y que pronto será como una más, pero en el fondo sabes que no, que eso que estás viviendo forma parte de tu vida, que nunca lograrás olvidarlo y que todos y cada uno de los recuerdos que tienes con ella son momentos vividos que nunca se borrarán de tu corazón, que debes aprender a convivir con ello y que pronto eso que ahora te hace llorar, luego te hará más fuerte y no sentirás casi nada.
Cuando sabes que puedes pero no te convences... estás perdido...
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